Título: Las carreras de Escorpio
Título original: The Scorpio Races
Autora: Maggie Stiefvater
Idioma original: inglés
Año de publicación: 2011
Género: juvenil, fantasía
Número de páginas: 400
Perfil del libro en Goodreads
Valoración: ⭐️⭐️⭐️
Primera frase del libro:
«Hoy es primero de noviembre, y alguien va a morir».
¿De qué trata?:
En un pueblo ¿escocés? se celebran todos los años unas carreras muy chungas (las carreras de Escorpio), en las que también cada año muere alguien. La razón es que los jinetes compiten montados en capaill uisce, unos caballos marinos muy muy peligrosos. Estos animalitos arrancan manos y muerden cuellos, pero, eh, a los tíos del pueblo les sigue motivando la idea de participar y perder la cabeza.
Sean Kendrick, uno de nuestros valientes protagonistas, participa año tras año. Y gana. Por eso, tiene cierta reputación en el pueblo y todos apuestan por él para esta nueva carrera. Él quiere hacerlo para poder comprar al caballo que monta. Por otro lado, tenemos a Puck Connolly, una chica que se apunta a la competición por el premio: dinero para salvar su casa (que es una razón de peso, vale, pero no olvidemos que tiene muchas posibilidades de morir).
Sean y Puck se conocen y se hacen amigos (sorpresa, sorpresa), y el libro narra esas dos semanas de entrenamiento (y todo lo que conlleva) para las carreras.
Vale, ¿y qué me ha parecido?:
Mmh, con este libro me ocurre algo curioso: me cuesta decidir si me ha gustado o no. Me inclino por la opción del sí, pero con reservas. Sin duda, no me ha convencido del todo. Me ha costado leerlo, meterme en la trama y conectar con la historia. Hasta mucho más de la mitad de la novela no he sentido esa necesidad de seguir leyendo para saber qué va a pasar a continuación. El ritmo es lento, hay poca acción y muchas páginas en las que no pasa nada, o lo que ocurre no tiene importancia (y cuando a la autora le da por meter cosillas importantes, las despacha sin muchas explicaciones [como ciertas muertes, por ejemplo]). La novela entera está basada en estas carreras, pero, en realidad, la competición en sí no se desarrolla hasta las últimas diez páginas.
¿Y había mencionado ya que no me gustan los caballos? Nunca me han despertado ninguna simpatía y, claro, en este libro salen constantemente. Y los bichos de esta historia, además, son muy chungos y peligrosos. Conclusión: no ha sido un tema muy motivador.
En realidad, la motivación por leer el libro viene de que está escrito por Maggie Stiefvater, a la que considero una muy muy (¡muy!) buena escritora.
¡Pero no todo es malo! Supongo que los aspectos que me han gustado, me han gustado bastante y contrarrestan todo lo anterior. Puntos positivos de Las carreras de Escorpio, un, dos, tres… responda otra vez:
Es indiscutible que la idea de la historia es muy original, que coge una leyenda de la mitología celta, los capaill uisce, y la transforma y adapta hasta conseguir lo que Maggie Stiefvater necesitaba. Además, gracias a sus habilidades como escritora (que son muchísimas), consigue hacerte creer que estas criaturas existen. Exactamente este detalle es el que más me ha gustado y llamado la atención del libro: lo fácil que resulta creer que en una isla de Escocia (también ficticia) viven estos animales.
«—No voy a ser tu punto débil, Sean Kendrick —le hago saber.
Ahora me mira, y me dice delicadamente:
—Es tarde ya para eso, Puck».
Otro punto a favor de la novela es el mundo que Stiefvater crea alrededor de las carreras de Escorpio: el pueblo de Thisby donde se celebran; el turismo que atraen; el impacto económico y cultural en la isla; la importancia que cada vecino le da a la competición; esa visión casi sagrada que tienen allí estos caballos. Me resultó también muy llamativa la atmósfera que inunda el libro desde la primera a la última página; una atmósfera para mí claustrofóbica, aunque, en realidad, ni Sean ni Puck parezcan sentirse así en la isla. A mí me faltaba aire, por el pueblo en sí, por su gente, por sus tradiciones, por estas carreras asesinas, por las pocas expectativas de futuro… La decisión de Gabe (uno de los hermanos de la protagonista) de marcharse al continente me parece muy comprensible.
Los personajes (sobre todo Sean, Puck y su hermano Finn) son el otro elemento destacable de la novela. He podido conectar con Puck desde el primer momento en el que aparece; me ha gustado su personalidad seria, irónica, luchadora y valiente aunque ella se creyese una cobarde, una niña que juega a ser adulta. Algunas de sus reacciones o alguno de sus comportamientos no los he entendido muy bien, pero supongo que es parte de la vida, ¿no? No siempre entendemos muchas de las cosas que hacen los demás (y probablemente los demás no tengan ni puñetera idea de por qué nosotros hacemos muchas cosas).
Sean, por otro lado, me ha atraído también por su aire taciturno, serio y reservado con el que me he sentido bastante identificada. Y ese halo de misterio que le rodea y la familla conseguida por triunfar en las carreras le añade atractivo. En realidad, es fácil sentirse identificado tanto con él como con Puck; leía a uno y a otro con la misma convicción.
Me ha gustado mucho tu entrada y aunque te haya gustado con reservas, al leerte, me apetece mucho adquirirlo.
Lo que más me ha llamado la atención es esa primera frase «Hoy es primero de noviembre, y alguien va a morir» porque sin duda invita a seguir leyendo.
Soy una lectora enérgica y me encanta la fantasía (y lo caballos jajaja)
Gracias por compartir.
Un saludo
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¡Hola! Gracias por pasarte por aquí y, sobre todo, por tu comentario. 🙂
Sin duda, esa primera frase invita a seguir leyendo, estoy de acuerdo. En realidad, toda la idea en sí de la novela me parece una gran llamada a leer (aunque luego, por el camino y en mi caso, me perdiese un poco…). Pero si te gusta la fantasía y los caballos, entonces casi seguro que también te gusta el libro.
¡Gracias de nuevo!
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