Título: Todo, todo
Título original: Everything, Everything
Autora: Nicola Yoon
Idioma original: inglés
Año de publicación: 2016
Género: literatura juvenil
Número de páginas: 320
Perfil del libro en Goodreads
Lee las primeras páginas aquí
Valoración: ⭐️⭐️
Primera frase del libro:
«He leído más libros que tú».
¿De qué trata?:
Madeline es una «niña burbuja» que ha vivido toda su vida encerrada en casa. Un día, Olly se muda a la casa de al lado (muy conveniente), se ven por las ventanas, se llaman la atención, comienzan a mandarse mensajes… y se enamoran. Y, claro, el chico no solo le descubre el amor (romántico), sino el mundo en sí y todo lo que puede ofrecerle la vida.
Vale, ¿y qué me ha parecido?:
A ver, me ha gustado. Pero con (valga la redundancia) muchos «peros» que iré desgranando.
Voy.
Tenía bastantes ganas de leer Todo, todo desde que descubrí que este año se estrena la película. Me picó la curiosidad. Y hasta que el libro quedó disponible en la biblioteca, pasaron semanas y mis expectativas aumentaron; quizá ese fue mi error. Daba por hecho que sería un libro épico y mágico como Eleanor & Park, Violet & Finch o cualquier otro juvenil, cuqui y romántico (¡el combo ganador!).
Este me ha parecido demasiado juvenil para mí (¿tiene algún tipo de sentido?). Infantil a veces; otras, simplón. Predecible. Ojo, no es una mala lectura: entretiene bastante y se lee rápido y fácil. PERO, meh, no me ha llegado a «llenar» del todo, a convencer como esperaba (o quería). Le falta algo que no sé muy bien qué es. Quizá profundidad en la historia y un mayor desarrollo de la trama y los personajes, porque todo sucede muy rápido.
Por ejemplo, la autora hace algo que me molesta mucho: dos personajes se conocen y casi al instante están enamoradísimos y jurándose amor eterno. A mí me gusta ver ese proceso en el que los personajes se conocen, se gustan, empiezan a tontear y, poco a poco, se cuelan por los huesos del otro, por favor y gracias. Nicola Yoon se salta todo esto porque para qué, dirá. Ay, señor.
«Diccionario de Madeline.
infinito (del lat. infinitus) 1. adj. Estado en el que no se sabe dónde termina un cuerpo y dónde empieza el otro. Ej.: Nuestra alegría es infinita. [2015, Whittier]».
Aun así, la novela está muy bien escrita, con recursos originales y muchísimas referencias literarias (BIEN); y capítulos cortos que se leen en un suspiro. PERO los diálogos no me han parecido tan reales y naturales como deberían ser, sobre todo al tratarse de dos adolescentes, sino más bien artificiales, muy «de libro».
¿Y la protagonista? Madeline me ha resultado demasiado intensa y muy cargante en muchas situaciones. Aunque, claro, sus circunstancias son muy especiales y quizá yo también sería y me comportaría de la misma manera. Quién sabe. De todas maneras, creo que la autora no ha aprovechado la singularidad de la enfermedad de Madeline ni la ha desarrollado tanto como podría haber dado de sí.*
Olly, en cambio, me ha resultado muy cuqui, en línea con casi todos los personajes masculinos de novelas juveniles: diferente, mono, simpático, ingenioso, con una personalidad atractiva.
Un gran punto a su favor es el formato del libro, que lo hace aún más ameno: los «extractos» del diccionario de Madeline al comenzar cada capítulo, sus dibujos, sus listas, los mensajes que se envía con Olly, los correos electrónicos, etc. Todas esas cosas complementan y ayudan a contar la historia.
*SPOILERS:
Que Madeline en realidad no está enferma es el gran plot-twist del libro pero que uno ya se huele desde el principio. Y, aun esperándolo, no me gustó nada de nada. No solo por la liada en sí de que la madre se lo haya inventado todo (por su enfermedad mental), sino porque cambia drásticamente el espíritu de la novela y parece que de repente estamos ante un relato de intriga o algo así. No me pegó nada con el estilo que tenía hasta ese momento.
Y, además, tiró por tierra todo lo que la autora había trabajado hasta ese momento: la relación romántica entre dos adolescentes cuando uno de ellos tienen una enfermedad incurable (que le impide salir de casa). De repente se convierte en una novela más de amor juvenil.
El final también hace que me tire un poquito de los pelos. Que, ojo, me gusta que los libros acaben bien, pero solo si tiene sentido y está bien desarrollado. En este caso, chirría bastante: se resuelve de manera precipitada y parece sacado de un cuento infantil, rollo «Y fueron felices y comieron perdices».
Un libro del mismo estilo que también podría gustarte:
Bajo la misma estrella, de John Green: otra pareja de adolescentes, Hazel y Gus, con enfermedad incurable de por medio (en este caso, cáncer). Ambos se conocen en unas reuniones de apoyo y enseguida conectan y se enamoran.
La historia de este libro solo se parece en esos dos aspectos a Todo, todo, pero mantiene una esencia bastante parecida. Eso sí, a mí me gustó muchííísimo más Bajo la misma estrella.
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