Ya ha terminado noviembre y, con él, el NaNoWriMo, ese maratón de escritura para los valientes que se atreven a participar en la iniciativa: 50 000 palabras en cuatro semanas o, lo que es lo mismo, una novela enterita (o, más bien, un primer borrador). Terminada esta fase, ahora toca la siguiente: la temible para muchos y maravillosa para mí CORRECCIÓN, chan chan chaaan.
Y está claro que, a la hora de escribir y corregir un texto, hay decenas de cosas que debemos vigilar y tener en cuenta: tildes, «b» y «v», «g» y «j», palabras con hache o sin hache, verbos conjugados de manera correcta, mayúsculas y minúsculas, puntuación, etc.
Si escribes narrativa, es muy probable que introduzcas diálogos y aclaraciones del narrador; por eso, debes saber utilizar de manera correcta la raya larga, es decir, esta: —.
Vale, ¿y cuándo la tienes que usar?
1). Usa la raya larga (—) para marcar la intervención de cada personaje, es decir, para los diálogos. Se coloca al principio de la frase y va pegada a la primera letra:
—Hacía un montón que no te veía, ¡a ver si quedamos!
—Sí, ya lo vamos hablando.
2). Usa la raya larga (¡importante!) para introducir los comentarios del narrador en la intervención del personaje. Aquí, mejor, vayamos por partes:
-Si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje no escribimos la raya de cierre:
—¡Yo no tengo puente! —gritó Sofía con lágrimas en los ojos. La empresa en la que trabajaba Sofía no cerraba el jueves y a ella no le quedaban días de vacaciones para solicitar. Estaba casi segura de que sería de las pocas empleadas que se presentase en el despacho.
-Pero, ¡ojo!, cuando el comentario del narrador interrumpe la intervención del personaje y este continúa inmediatamente después, sí se escribe raya larga de cierre:
—En días como hoy es mejor quedarse en casa —dijo Fernando mientras veía nevar a través de la ventana—. O salir envuelto en el edredón.
-Ahora, atención: cuando el comentario del narrador va introducido por un verbo de habla (decir, preguntar, responder, añadir, gritar, etc.), lo iniciamos en minúscula (sí, también aunque antes de la raya hayamos acabado la frase con un signo de interrogación o exclamación):
—¡Me encanta estar en pijama! —exclamó Lola.
Y si nuestro personaje continúa hablando después del comentario del narrador, debemos colocar después de la raya de cierre el signo de puntuación que corresponda (coma, punto y coma…) con la frase interrumpida. (Dicho así, qué lío, ¿no? Mejor pongo un ejemplo para verlo más claro):
—En otra vida me gustaría ser ilustradora —confesó Mónica con ilusión—, pero, en esta, dibujar se me da fatal.
-En cambio, cuando el comentario del narrador no va introducido por un verbo de habla, debemos poner punto tras las palabras del personaje y comenzar el inciso en mayúscula:
—Creo que deberías marcharte. —Miró a Roberto tan serio que asustaba—. No tenemos nada que hablar.
-Y si, después de la aclaración del narrador corresponde colocar dos puntos, los escribimos tras la raya de cierre:
—Me gustan todas las pizzas —sentenció muy solemne, pero rápidamente aclaró—: salvo las que tienen piña.
Para saber más usos de la raya larga, puedes echar un vistazo aquí a las recomendaciones de la RAE.
La raya larga en teclados
¿Y cómo hacemos aparecer la raya larga?
En ordenadores Mac, con el atajo Alt+Mayúscula+– (esa rayita pequeña es un guion).
En ordenadores con sistema operativo Windows, Alt+0151; es decir, mantenemos pulsada la tecla Alt y, sin soltar, presionamos 0, después 1, 5, 1 y listo.
También podemos copiar y pegar de cualquier resultado de Google o de este post mismo.
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Quizá te sirvan algunas de las recomendaciones ortográficas de las que ya he hablado en este post y este otro.
2 comentarios sobre “Corrección para escritores: la raya larga”