No descubro nada nuevo al decir que la creación del personaje es parte fundamental de la elaboración de una historia. Si estás pensando en escribir una, sea del tipo o la extensión que sea, tarde o temprano (mejor temprano) tendrás que dedicar tiempo a desarrollar el personaje o personajes principales y secundarios.
Pues bien, a la hora de organizar tu historia, la ficha de personaje es una buena herramienta para pararte a pensar cómo va a ser, qué papel va a jugar en la trama, a qué personas conocerá… y, además, siempre podrás recurrir a ella en cualquier momento si de repente no te acuerdas de cuándo era su cumpleaños, cómo perdió el dedo gordo del pie o el nombre de su abuela.
Y es que, la ficha de personaje recopila la información sobre este: desde datos básicos como su nombre o fecha de nacimiento, hasta si es pecoso, duerme mal o que con doce años se enamoró del cartero. Vamos, cualquier dato que caracterice al personaje, que le haga ser como es y, de una manera u otra, influya en la historia.
¡Cuanto más conozcas a tus personajes, más fácil será escribir con ellos y sobre ellos!* Por eso, dedicar tiempo a realizar una buena ficha de personaje te ayudará después con tu historia.
*(Aunque, ¡ojo!, no te enredes demasiado en esta fase de documentación o acabarás perdiéndote y ¡no empezarás nunca tu historia!).

La ficha, además, puede estar más o menos elaborada o puede ser más o menos extensa, pero te recomiendo que hagas una de cada personaje de tu historia. Te ayudará a organizarte, a poner las cosas claras, a pensar en cada uno de ellos como elementos independientes (que es, al fin y al cabo, lo que son). Está claro que deberás prestar mayor atención a la ficha de los personajes protagonistas y los que tenga un papel importante, que a la de secundarios a los que apenas les des trascendencia.
Por supuesto, la ficha de personaje es totalmente personalizable y puedes introducir en ella cualquier dato que creas necesario. A continuación, te cuento qué información incluyo yo:
Qué poner en una ficha de personaje:
Fotografía o ilustración:
Es decir, poner cara a tu personaje ayuda. Puedes buscar ilustraciones y fotografías para inspirarte o que se aproximen a las características que tienes en mente. Así, además, te resultará más fácil hacer una descripción física del personaje.
Datos básicos:
Nombre (¡puede decir mucho sobre su personalidad!), apellidos, fecha y lugar de nacimiento, edad, estudios o profesión, aficiones y cualquier información que consideres básica para tu personaje.
Características físicas:
Color y tipo de pelo, ojos, piel, complexión, estatura, ropa que lleve habitualmente (puedes buscar fotos de las prendas en cuestión)… A su vez, puedes incluir un subapartado con características especiales: tatuajes, cicatrices, si es zurdo, si sufre de insomnio, si tiene ojeras…
Características psicológicas:
Cómo es (alegre, miedoso, empático, valiente, aburrido, organizado, si pierde pronto los nervios o, en cambio, tiene bastante paciencia, etc.), cuáles son sus miedos y deseos, qué piensa sobre determinados temas (como política, religión, matrimonio homosexual, aborto, machismo, racismo o lo que se te ocurra), qué cosas le gustan y qué cosas no le gustan, etc.
¡Muy importante! No te olvides de dotar a tu personaje de rasgos buenos ¡y también malos! Un personaje que lo hace todo bien, que no tiene ninguna característica mala, no crea empatía porque no resulta realista. Hazle fallar, hazle imperfecto, hazle real.
Relaciones interpersonales:
¿Con quién se relaciona tu personaje? Familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, alienígenas… Ten claro con qué personajes de la novela va a interactuar, qué relación tendrá con cada uno de ellos. Piensa también en cualquier relación que le haya afectado o le pueda afectar. ¿Tiene envidia de alguien?, ¿alguien le tiene envidia?, ¿tontea con alguien?, ¿admira a alguien?, ¿qué percepción tienen los demás sobre él? ¡Etcétera!
Pasado:
Debes tener claro su pasado, de dónde viene, y desarrollarlo bien, porque es lo que hace que el personaje sea ahora como es.
Historia dentro de la novela:
Qué le va a ocurrir a lo largo de la historia, las experiencias que va a vivir; de qué punto parte, cómo va a evolucionar y cómo va a acabar. Ayuda preguntarse: «¿Qué le pasaría si…?», y tirar del hilo.
Una entrada interesante. Buena información para la creación, a modo de guía, de personajes. De momento, la tengo en favoritos para recurrir a ella algún día.
¡Felicidades y gracias por tu trabajo! Nos leemos.
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Ay, me alegro muchísimo de que te resulte útil e interesante. ¡Y gracias a ti por tus palabras, de verdad! 🙂
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