Reseña «El insólito final del señor Monroe», de Dan Mooney

el_insolito_final_del_senor_monroe_portadaTítulo: El insólito final del señor Monroe
Título original: The Great Unexpected
Autor: Dan Mooney
Idioma original: inglés
Año de publicación: 2019
Género: ficción
Número de páginas: 415
Precio: 20 €
Perfil del libro en Goodreads
Valoración: ⭐️⭐️⭐️⭐️

Inicio de la novela:

«—Miller —susurró Joel a través del espacio que separaba las dos camas—. ¿Cómo es que no te has muerto todavía?».

¿De qué trata?:

Joel vive en una residencia de ancianos y quiere terminar con su vida. Su nuevo compañero de habitación, Frank, promete que le ayudará. Mientras deciden cómo llevarlo a cabo, se hacen amigos, experimentan nuevas aventuras, viven.

Vale, ¿y qué me ha parecido?:

A ver, no es una novela que enganche y, desde el principio, es fácil predecir su final, pero el autor construye una historia tan maravillosa en torno a Joel Monroe que esas dos pequeñas «pegas» no importan. De verdad.

Así, el escritor Dan Mooney consigue que yo, una chica de 33 años, me identifique con un hombre de 76, porque, como bien queda reflejado en la novela, hay sentimientos y experiencias que vivimos todos, tengamos la edad que tengamos, y el autor los maneja muy bien.

«Aquella era su vida, podía controlarla, e iba a desplazarse por ella con el mismo estilo que Frank. Joel sintió que la libertad que acababa de descubrir le provocaba un acceso de vértigo».

Para mí, sin duda, el punto fuerte de la novela es la amistad entre Joel y Frank, que me ha en-can-ta-do. Ambos son personas muy muy diferentes y aun así conectan enseguida y se hacen inseparables.

Joel es taciturno, serio, cascarrabias, algo chapado a la antigua, heterosexual, que ha llevado una vida de trabajo, matrimonio e hija. Por su parte, Frank es todo sonrisas, hablar por los codos, ha sido actor, su vida ha estado dedicada a la farándula, es homosexual y no ha tenido familia ni una vida «tradicional» como la de Joel. Pero construyen una amistad sólida y envidiable.

«Se quedó sentado en la cama, como un idiota, mientras Frank vaciaba su alma en el espacio que los separaba».

El insólito final del señor Monroe es una novela sorprendente, inesperada, por lo muchísimo que te hace sentir (lloras, ríes, te enfadas) e incluso reflexionar sobre la vida, las relaciones con los demás, nuestros miedos e incluso el tratamiento de la sociedad a los mayores:

«—¿Cómo os atrevéis a pensar que podéis decidir lo que me conviene, estando yo aquí, sin mirarme siquiera? […] No. ¡No, no, no! No lo voy a permitir. No lo voy a tolerar. Me vais a mirar cuando habléis conmigo. —Su rabia se mezclaba con el alcohol y la pena; se le llenaron los ojos de lágrimas y sintió que se le hacía un nudo en la garganta. «Mis herramientas, mis normas»—. Me vais a incluir. No os atreváis a dejarme de lado».

Una pequeña joyita entrañable, a veces cruda, graciosa, realista, de esas que se te clavan un poquito en el corazón.

Gracias a la editorial Catedral por el ejemplar y a Babelio por la iniciativa, a cambio de una reseña sincera. Y gracias también al autor, que es supermajo y respondió en Twitter a un comentario mío sobre el libro.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

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