No falla: llega el verano y mis ganas de leer desaparecen. Casi siempre por estas fechas suelo atravesar un parón lector, o algo parecido, y me cuesta muchísimo encontrar una lectura que me atrape.
Aun así, durante el mes de julio he conseguido leer:
- El cuarto mono, de J. D. Barker
- La quinta víctima, de J. D. Barker
- Tres chicos buenos, de Pablo Wessling
- La lista de invitados, de Lucy Foley

El cuarto mono, de J. D. Barker
El cuarto mono es uno de esos libros que consigue engancharte desde el principio y que no puedas dejar de leer. Y no solo por la trama, sino por los capítulos cortos, el cambio de punto de vista y los fragmentos del diario (muy muy perturbador) del asesino.
Aun así, me esperaba más, sobre todo en cuanto al final: creía que sería más sorprendente, de esos con los que te explota la cabeza, y no fue así. Pero me dejó con ganas de leer el siguiente.

La quinta víctima, de J. D. Barker
A ratos, entretiene. A ratos. Pero esta segunda parte se me hizo muy larga y aburrida, con muchísimo relleno y cosas inverosímiles. El autor quiso abrir tantas tramas que se pierde el rumbo, marea y cansa.
Y si en El cuarto mono los diferentes puntos de vista y el diario de Bishop agilizaban la lectura y la hacían más amena, en este agotan. Hay capítulos enteros (muchos) que no aportan absolutamente nada.
Y luego está el final («la manzana de Blancanieves»). Ay. Me pareció tan inverosímil que me dejó fría y con la sensación de que me habían engañado. Así que, no, no continué leyendo el tercer y último libro de la saga; me da igual lo que pase en él.

Tres chicos buenos, de Pablo Wessling
Tres chicos buenos es un libro corto que se lee bastante rápido, con personajes reales con los que es fácil empatizar, en un viaje por carretera de Barcelona a Cádiz.
No me convenció demasiado la manera en la que está escrito (las descripciones a veces eran algo vagas, como si se estuviese enumerando la lista de la compra) ni el giro serio que poco a poco toma la trama; hubiese preferido que la historia se hubiese centrado por completo en el viaje de los amigos, en sus vacaciones, más sencillo pero efectivo y realista.
Aun así, hay dos cosas que me gustaron mucho:
1) El lenguaje de los personajes: coloquial, muy realista y natural, propio de tres chicos jóvenes.
2) El tratamiento natural de la homosexualidad. Y aunque en este libro es demasiado idílico y sabemos que la realidad, por desgracia, todavía no es esta, se agradece leer historias así. Son un respiro.

La lista de invitados, de Lucy Foley
La sinopsis del libro prometía una historia de esas que no puedes soltar. Pero, en mi caso, no fue así. No me enganchó en ningún momento y me costó avanzar.
Y es que, el misterio en sí solo se desarrolla en la última parte. Hasta ese momento se centra en cada uno de los personajes, en su pasado y lo que les lleva ahí. Tampoco conseguí conectar con ninguno de ellos ni que me despertasen el más mínimo interés.
Y después están LAS COINCIDENCIAS. Que una, vale, la paso por alto. Dos, bueno, ya me mosquea un poquito. Pero tres, y tan importantes… Me resultó ridículo, un recurso facilón que tira por tierra toda credibilidad.
Gracias por las recomendaciones y por tu sinceridad en cuanto a los libros que no te han gustado es importante cuando no te han gustado explicar bien el porque. Me apunto el de El cuarto mono y el de 3 chicos buenos en mis lecturas pendientes. A ver si los tienen en la Biblioteca a la vuelta de vacaciones.
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¡Gracias a ti por tu comentario! Y ojalá te gusten los libros. 🙂
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