Manu Ortiz: «Como escritor, puedo reconocerme en el miedo de mi protagonista a no ser entendido»

El escritor alicantino acaba de publicar Todos mis santos, de la Editorial Cerbero, una novela «intimista y cercana» con la que se ha sentido «desnudo» y en la que habla sobre la madurez y la juventud. Spoiler: vas a llorar seguro.

«Hace cinco meses, a las 3:54 de la madrugada, recibí por primera vez la visita de la muerte. Y esta noche ha regresado para recordarme que mi último año de vida anda por la mitad».

Así empieza la novela Todos mis santos, del escritor Manuel Ortiz (Alicante, 1991), publicada por la Editorial Cerbero en abril de 2022 y de la que hablé (o, más bien, solté grititos varios de admiración) en esta entrada. Me gustó tanto que tenía que saber más sobre ella, y lo que en principio iba a ser una entrevista se ha convertido en una mezcla de conversación, making of y «Detrás del libro» superinteresante.

De manera que vengo en modo fangirl para conocer curiosidades, el proceso de escritura e información extra de esta historia que me ha fascinado y sobre la que sigo pensando días después de terminarla. ¡Empezamos!

​​En los últimos años has publicado relatos en las antologías Empotradoras (2019), Amor al otro lado del charco (2020), Insomnes hasta el amanecer (2020), Antología Premio Domingo Santos 2020 (2021) y en la revista Windumanoth (2022), en las que estabas acompañado por otros escritores y escritoras. ¿Cómo ha sido la experiencia de publicar en solitario? ¿Y la acogida de la novelette?

🐱🌺 Uf, la verdad es que ha habido momentos en los que he estado muy nervioso por su recepción. La mayoría de las antologías han sido proyectos muy interesantes en los que sentía que mi texto formaba parte de algo mayor. Si a alguien no le gustaba, probablemente encontraría algo de su agrado en el resto de la colección. Con una publicación en solitario, especialmente con una tan intimista y cercana como Todos mis santos, me he sentido bastante desnudo. Por suerte, la acogida está siendo excepcional. Los lectores están conectando muchísimo con la historia y los personajes.

La premisa de la novela es interesantísima: la muerte, en forma felina, avisa a Alejo de que le queda un año de vida. ¿Cómo surgió la idea? ¿En qué te inspiraste? ¿Qué te llevó a escribir sobre la muerte, santos y una sociedad tan devota?

🐱🌺 Cuando Todos mis santos empezó a gestarse en mi cabeza, solo sabía que quería hablar de mi paso por Andalucía, de forma respetuosa, sin caer en tópicos pero sin olvidar los elementos de una cultura que entendía la religión de una forma particular. Andalucía es el lugar en el que me conocí como persona adulta; buscaba una historia introspectiva, sobre la madurez y la juventud, pero no podía ni quería separarla del contexto en el que eso había ocurrido para mí.

Cuando viví allí me surgieron muchas dudas, especialmente en torno a la religiosidad y las costumbres que la rodeaban. El fervor y las procesiones me parecían algo de otra época. Ver a la gente grabarlas con el último modelo de iPhone me rompía muchísimos esquemas. Solía preguntar a mis amistades qué sentían cuando salían a ver a la virgen de su pueblo o a la de su barrio. Y todos llegaban a la misma conclusión: no se puede explicar. Ellos no podían explicarlo y yo no podía terminar de entenderlo. Hasta una Madrugá en Sevilla. Fui con unos amigos, también de fuera. Aquella noche nos encontramos con la Macarena y con el Cristo de los Gitanos y fue algo muy especial: la solemnidad que rodeaba cada momento, mezclada con la cotidianidad del día de fiesta que había vivido solo unas horas atrás, era algo que no había experimentado nunca. Me encajaron muchas piezas ese día. Y ahora me encuentro en la misma tesitura que aquellos que no sabían explicármelo. Sentí cosas y eso fue lo importante.

Por supuesto, después de aquello, tuve más preguntas si cabe. Por suerte, en los últimos años, numerosos activistas y artistas están reivindicando y resignificando el folklore y las tradiciones andaluzas y he podido aprender muchísimo de ellos, especialmente de los que lo hacen desde una perspectiva feminista, queer, antirracista y anticapitalista. Por citar algunos: grupos musicales como Califato ¾, documentalistas como Jesús Pascual, artistas drag como Belial o activistas como Mar Gallego.

Dicho eso, si bien hay aspectos de la cultura andaluza en Todos mis santos, simplificarla y reducirla a estos elementos y entender que todos los andaluces deben sentirse representados por ellos es lo último que pretendo. Por eso, ningún personaje tiene la misma relación con la religión que otro.

La muerte avisa a Alejo de que solo le queda un año de vida. Imagen: Manu Ortiz

Tu escritura es envidiable y a mí, que se me resiste la tan mencionada técnica del «mostrar, no contar» me ha maravillado cómo de bien la manejas. No haces un infodump soltando toda la información sobre, por ejemplo, ese culto, sino que vas dando detalles a través de los personajes de manera muy sutil.

Ese «mostrar, no contar» se aprecia claramente con David y es uno de mis detalles favoritos. Podrías haber dicho: «Es un chico trans», pero, en cambio, en una de sus primeras apariciones, dices: «Debajo viste una camiseta de rejilla, que deja entrever unos pezones de color claro, subrayados por dos cicatrices rosas y brillantes», y ya queda claro para el lector de una manera cuidada e inteligente. ¿Cómo fue el proceso de escritura? ¿Cuánto te llevó? ¿Tenías organizada la trama o fue surgiendo sobre la marcha?

🐱🌺 Sobre ese momento tuve muchas dudas. Aún creo que alguien podría argumentar que debería ser más explícito (dentro de la novela) que David sea trans y probablemente tendría parte de razón.

Sobre el proceso de escritura, fue bastante rápido y eficiente. Aproveché un Camp NaNoWriMo para escribir a diario. Me coordinaba con una amiga para hacer unos cuantos pomodoros (espacios de 25 minutos de escritura + 5 minutos de descanso) y sacaba unas 2 000 palabras al día (había jornadas menos productivas y otras, mucho más). Era un ritmo un poco acelerado, pero benefició mucho a la unidad de la novela. En dos semanas estaba lista y, salvo una escena, fue escrita de forma cronológica (primero el inicio y, por último, el final). Aquello fue posible porque la escribí en pleno abril de 2020 y estábamos confinados, ahora me tomo las cosas con mucha más calma.

En cuanto a la organización, tenía bastante claros el inicio y los puntos de giro. El final fue lo que más cambió. Según avanzaba la novela veía que Alejo necesitaba llegar a un punto que había ido cambiando según escribía, así que tuve que alterar un poco el enfoque que tenía planeado. El resto fue conectar las escenas y la verdad es que, según añadía personajes y capas, me resultaba más fácil.

Si tuvieses que resumir el libro en una frase, ¿cuál sería? ¿Y en una palabra?

🐱🌺 Es muy difícil. Si tuviese que resumirlo en una frase creo que sería: «Me llamo Alejo y no estoy bien pero menos mal que tengo a mis amigues» (y luego pondría un «xd» irónico, así, en minúsculas). 

Y, si tuviese que elegir una palabra, diría «sentir».

Alejo, David, Remi, Laura y Macarena son los cinco personajes principales de la novela. ¿Con cuál te identificas más? Y aunque es como preguntar a un padre a qué hijo quiere más, ¿cuál es tu favorito?

🐱🌺 Definitivamente con Alejo. Al escribir desde su punto de vista puse muchísimo de mí en él y al revés, también recibía tanto de él que al final tenía que trabajar por poner límites entre los dos. 

En cuanto a mi favorito, lo tengo tan claro que espero que el resto de personajes no se ofendan. Como escritor, escribir a David fue una gozada y a la vez un trabajazo. Él no muestra su personalidad desde el principio, tienes que ganarte su intimidad y el derecho a llamarle amigo, así que me forzaba a distribuir la información con mucho cuidado, a dosificarla igual que lo haría él.

Las flores y plantas, los paisajes, la naturaleza, son recurrentes en la novela. Mientras leía, me fijaba en las flores que mencionas, en la descripción y detalles que aportas sobre ellas. ¿La naturaleza y el medio ambiente son elementos recurrentes en tus obras? ¿Qué otras características en común suelen tener?

🐱🌺 Sí, me temo que me viene por la profesión, ser biólogo especializado en medioambiente (y con una amplia formación en botánica) afecta mucho a cómo veo el mundo. Incluso los entornos urbanos para mí suelen estar definidos por las plantas que puedo encontrar. Siempre voy fijándome en los árboles de cada ciudad que visito, las plantas que tienen los vecinos en los balcones, incluso las malas hierbas que crecen al lado del camino.

Creo que lo que une todos mis proyectos es la visualidad. Suelo tener una imagen concreta de la escena que estoy describiendo y me gusta esforzarme en transmitirla. Ahí el trabajo suele estar en no sobrexplicar el aspecto visual y darle al lector lo justo para que imagine lo que tú no cuentas, distinguir entre lo superfluo y lo imprescindible.

«Sentir» es la palabra que el autor elegiría para definir «Todos mis santos». Imagen: Manu Ortiz

¿Sobre qué temas te gusta escribir?

🐱🌺 Aunque Todos mis santos no tenga nada que ver, me gusta mucho especular sobre el futuro cercano. Para eso suelo elegir el formato relato. Otros de mis temas favoritos son las relaciones románticas (¿a quién no le va a gustar una buena salsa?) o el arte. 

El hecho de que el protagonista en esta novelette sea artista (cantaor, si me permites que la conecte un poco más con la realidad) es algo que surgió de forma muy natural. Alejo tenía cosas que decir, que expresar, que hacer sentir a otra gente. Se habla muchas veces del miedo que le provoca no ser entendido, de que eso sería un fracaso para él y, como escritor, puedo reconocerme en esas palabras.

La historia transcurre en una ciudad andaluza, pero, en realidad, no se menciona ninguna en concreto. Para medir las distancias, situar otros lugares, hay indicaciones en relación a un río, y yo imaginé una mezcla de Sevilla y Granada. Como curiosidad, ¿tenías en mente una ciudad real, una combinación de varias o una inventada?

🐱🌺 Tenía mucha curiosidad por cómo se iba a percibir el escenario de la novelette. Israel, el editor de Cerbero, vio claramente Granada cuando la leyó por primera vez. Podía haber sido más específico, pero me parecía que nombrar una ciudad concreta podía distraer al lector, aunque como antiguo habitante de Sevilla, esta fue mi principal inspiración. 

Hacia el final hay un elemento que a buen conocedor le resultará inconfundible: un paseo arbolado flanqueado por dos columnas decoradas con leones no puede ser otra cosa que la Alameda de Hércules.

Una de las cosas que más me han gustado es que los cinco personajes principales pertenecen al colectivo LGBT+ y la representación no recae solo en un secundario «por cumplir», como parece que ocurre en algunas historias. ¿Crees que, en ese aspecto, hemos avanzado con la visibilidad en libros, películas y series?

🐱🌺 Mucha gente suele decir que los grupos formados por numerosas personas queer son irreales. Obviamente, no tienen amigos LGBT+, porque en mis grupos lo que escasea es la gente cishetero. Los lazos dentro de nuestra comunidad pueden ser muy fuertes, especialmente si venimos de situaciones en las que se nos ha discriminado por formar parte de ella. No en vano muchas veces hablamos de familia elegida para referirnos a nuestros amigos, porque encontramos en ellos las conexiones que la sociedad nos ha dicho que deberíamos tener dentro de la familia de sangre.

Creo que hemos avanzado muchísimo en cuanto a representación. Ahora nuestras historias no solo hablan del dolor que supone ser LGBT+ y no siempre acaban con la muerte de un personaje por el hecho de serlo. Cuando yo era adolescente, por cada historia LGBT+ feliz, tenías dos o tres dramas a cambio. Si pienso en los referentes de entonces, una película feel good como Shelter (Jonah Markowitz, 2007) era una excepción (y bastante inaccesible, he de decir). No digo que todas las historias sobre gente LGBT+ tengan que acabar bien (sería bastante irónico que lo dijese yo) pero, por suerte, ahora tenemos dónde elegir. Si queremos sentirnos bien, podemos ver Heartstopper sin miedo a que ningún personaje muera de repente. Si queremos llorar y ver el pasado de nuestra comunidad contado por ella misma, nos ponemos Pose.

Antes, cuando salía un personaje LGBT+ en una serie, sabíamos que era cuestión de tiempo que muriese de forma horrible (Buffy, cazavampiros; The 100, incluso Los hombres de Paco o Física o química, a nivel nacional). Ahora, al menos, podemos elegir.

¿Estás trabajando en algún relato o novela?

🐱🌺 Ahora mismo llevo dos novelas entre manos. Me las estoy tomando con mucha tranquilidad y solo me pongo con ellas cuando puedo dedicarles unas buenas horas. Una es un coming of age ambientado en la costa alicantina y la segunda es una historia de ciencia ficción sobre modificaciones corporales, una especie de transhumanismo biológico en el que amplío un relato que autopubliqué hace tiempo (La sirena del Raval, por si alguien tiene curiosidad). Son dos proyectos en los que tengo muchas ganas de trabajar, pero cada uno tiene sus particularidades y aún falta bastante para que estén listos.

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Puedes encontrar a Manu en Instagram, Twitter, Goodreads y en su blog, Los árboles hablan latín, y comprar la novela en la web de la editorial.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

3 comentarios sobre “Manu Ortiz: «Como escritor, puedo reconocerme en el miedo de mi protagonista a no ser entendido»

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