Lecturas de septiembre: deporte, guerra y Harry Styles

«Es lo que pasa a veces cuando eres pequeño: te tragas todo lo que tus padres te ponen en el plato de la vida».

Punto de inflexión, Neal Shusterman

Las lecturas del mes de septiembre han sido bastantes y variadas: desde libros que me han gustado mucho hasta algunos que me han dejado igual, pasando por la historia en la que se basa la última peli de Harry Styles o una adaptación que prepara Netflix. Tengo de todo y para (casi) todos los gustos.

  • Las 27 citas de Charlotte May, de Abril Camino
  • Mi policía, de Bethan Roberts
  • Quiero vivir en voz alta, de Susanna Herrero
  • El pacifista, de John Boyne
  • Punto de inflexión, de Neal Shusterman
  • Todas las flores son nuestras, de William Peña
Portadas de Mi policía, de Bethan Roberts, y Quiero vivir en voz alta, de Susanna Herrero

Mi policía, de Bethan Roberts

Puntuación: 3 de 5.

Vale, sí, yo también lo he leído por la peli con Harry Styles.

La historia es triste, y ni siquiera es spoiler; desde las primeras páginas sabes qué ha ocurrido con sus tres protagonistas, Marion, Tom y Patrick. Y es que es la propia Marion quien echa la vista atrás y habla de lo que sucedió desde que se conocieron: su enamoramiento por Tom, con el que se casó, y la relación entre este y Patrick. Por suerte, también tenemos el punto de vista de Patrick, y, a través de su diario, conocemos su historia de amor de primera mano.

Me ha gustado la manera de escribir de la autora, evocadora y atrayente; consigue captar tu atención y querer saber qué les ha pasado, aunque te lo imagines. Porque, sí, desde la primera página sabes que el libro entra en la categoría de: «No dejemos que las personas LGBT+ sean felices», y ya estoy cansada de ella.

Quiero vivir en voz alta, de Susanna Herrero

Puntuación: 3.5 de 5.

Cinco cosas que :

🎾 Arturo y Chris, mis favoritos con diferencia. Juntos y por separado. Me ha gustado su dinámica, sus tira y afloja, que sean tan diferentes pero encajen tan bien.
🎾 El trabajo de escritura y organización, porque es volver una y otra vez sobre las mismas escenas con diferentes personajes y que cada detalle coincida. Un puzzle perfectamente encajado.
🎾 Entretiene muchísimo y engancha desde el principio con tanto salseo y unos personajes y comentarios divertidos e ingeniosos.
🎾 La ambientación en el Centro de Alto Rendimiento. A mí los deportes no me gustan, pero la autora consigue que te metas de lleno en ese mundillo y que lo disfrutes.
🎾 La historia es muy de serie. Ojalá verla en Netflix.

Cinco cosas que no:

❌ Salvo Chris y Arturo, los personajes me han dado bastante igual (Aitana) o me han caído mal (ANDRÉS, a quien lo intentan defender TODO EL RATO, pero la mierda que suelta por la boca y lo que hace durante todo el libro no tienen justificación).
❌ Como la historia vuelve atrás para contar la misma escena desde el punto de vista de otro personajes, a veces me resultaba muy repetitiva.
❌ Los «conflictos» de cara al final. Algunos apenas tienen importancia pero los personajes los convierten en superdramas, y otros que sí tienen importancia, al coincidir con el resto, me han parecido telenovelescos.
❌ Hay muchos momentos y expresiones poco naturales y realistas para chavales de 22-25 años, y de repente parecen personajes de una novela del siglo XIX.
❌ He echado en falta, con tantos personajes y relaciones amorosas, una entre dos chicas.

Portadas de Punto de inflexión, de Neal Shusterman, y Todas las flores son nuestras, de William Peña

Punto de inflexión, de Neal Shusterman

Puntuación: 2 de 5.

Me ha entretenido a ratos. La idea en sí del multiverso siempre me ha gustado, y cómo lo trata aquí el autor, también: un pequeño cambio al «saltar» a un nuevo universo donde pone patas arriba todo tu mundo. El desarrollo de todo ello… no tanto. Ha habido partes que me han aburrido bastante y el último 30 % del libro lo he leído en diagonal. Para mí, es una historia muy irregular, con escenas interesantes y otras que sobran mucho.

También me han chirriado un poco las lecciones morales que el autor, a través del prota, transmite sobre problemáticas sociales como el racismo, la homofobia, las relaciones abusivas, etc. Ojo, que estoy de acuerdísimo con que se hable de ellas para tratar de ponerles fin, pero la manera de mostrarlas en el libro no me ha gustado, es más o menos como: «Y ahora, porque sí, te voy a contar mi reflexión sobre X tema», sin que encaje muy bien o de manera fluida en la historia.

En resumen: idea guay (multiverso) pero desarrollo regulinchi. Al parecer, Netflix está preparando la adaptación. Quizá así quede mejor.

Todas las flores son nuestras, de William Peña

Puntuación: 2.5 de 5.

Novelita corta y mona, que he leído del tirón, de dos compañeros de pupitre que se enamoran poco a poco. De esas historias LGBT+ que me hubiese gustado leer cuando yo misma estaba en el instituto.

Aun así, el estilo literario no ha sido para mí. Trata de ser poético pero llega a ser pesado y recargado con tantas florituras. Para mi gusto, la narración quedaría mejor más sencilla. Pero esto ya es a título personalísimo.

Portadas de Las 27 citas de Charlotte May, de Abril Camino, y El pacifista, de John Boyne

Las 27 citas de Charlotte May, de Abril Camino

Puntuación: 4 de 5.

Historia divertida y muy muy entretenida, en la que la prota, vale, sí, busca el amor, pero a mí lo que más me ha gustado es su amistad con Oliver y Moon. La relación con ambos es, para mí, lo más guay y entrañable del libro. La autora, además, consigue que te zambullas de lleno en Londres, inmersión total. Y en el mundo de la moda. Pero sobre todo en Londres.

Eso sí, me ha costado conectar con la prota, sentirme identificada al menos un poquito. La chica ha experimentado de todo, ha viajado un montón, tiene dinero, éxito, estilo, el trabajo de su vida, un piso en Shoreditch, dos amigos estupendos… A ratos, esa vida tan tan taaan experimentada, ese no parar de hacer cosas y de que todo le ocurra a ella, me ha parecido excesivo.

Además, todas las tropecientas citas que tiene a lo largo del libro son desastrosas, disparatadas y han acabado resultándome excesivas y un poco pesadas. PEEERO lo importante es lo que se va cociendo a fuego lento por detrás. Que se ve venir desde el principio, pero es que qué bien que así sea y qué bonito queda.

El pacifista, de John Boyne

Puntuación: 2 de 5.

Otro caso de esos en los que miro la puntuación que tiene el libro en Goodreads y creo que me he leído otro… Y una historia más donde los personajes LGBT+ tienen una vida desgraciadísima. Ha sido bastante decepcionante. Y no es que tuviese muchas expectativas, pero la historia tenía mucho potencial, prometía, y… psé.

No he logrado conectar con los personajes, y a pesar de las atrocidades que pasan, todos me han dado igual. Al principio del libro, cuando ya me imaginaba absolutamente todo lo que ocurriría, creí que sufriría con el final, pero llegué a él y fue como «pos ok». Creo, además, que el autor se mete en un doble jardín del que no sabe salir ni desarrollar en condiciones: ni se adentra demasiado en los entresijos de la guerra, ni en la relación entre el prota, Tristan, y Will. Porque esa es otra: he tenido la sensación de solo conocer pinceladas de su relación, cuando se supone que es el eje del libro. Nos conocemos. Nos hacemos amigos. Se acerca a mí. Tupido velo. Y poco más.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

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