Reseña «Nadar en la oscuridad», Tomasz Jedrowski

«Nunca te había visto, o al menos nunca me había fijado en ti. Sin embargo, sentí un alivio extraño, como si hubiera reconocido a alguien».

Título: Nadar en la oscuridad
Título original: Swimming in the Dark
Autor: Tomasz Jedrowski
Idioma original: inglés
Primera publicación: 2020
Traducción: Bruno Álvarez y José Monserrat
Editorial: Dos Bigotes
Género: novela extranjera, drama
Número de páginas: 256
Precio: 19.95 €
Valoración: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

Inicio del libro:

«No sé qué es lo que me ha despertado esta noche. No han sido los golpes de la rama del castaño contra la ventana, ni Pani Kolecka tosiendo en la habitación de al lado. Ya no. Tal vez hayan sido los fantasmas de esos ruidos, arrastrados por el viento, acarreados a través del océano para llamar a la puerta de mi conciencia. Tal vez. De una cosa sí estoy seguro: siento el cuerpo agotado, como un país extranjero tras una guerra. Y, sin embargo, no puedo volver a dormir».

¿De qué trata?:

Ludwik y Janusz, estudiantes universitarios en la Polonia comunista de los ochenta, se conocen en un campamento agrícola de verano y se enamoran. Pero cuando vuelven al «mundo real», Janusz se mete en política con el partido al bando, mientras que Ludwik comienza a participar en actos de protesta, y poco a poco se van dando cuenta de que su relación es casi imposible.

Vale, ¿y qué me ha parecido?:

Las primeras cinco estrellas del año.

Qué melancólica, inesperada y triste maravilla, de principio a fin. Y qué historia más bien contada y escrita, qué preciosidad.

Desde el inicio sabemos cómo acaba la historia de (des)amor entre Ludwik y Janusz, el mismo Ludwik nos la cuenta, se la cuenta al propio Janusz, y consigue atraparte desde la primera hasta la última página y arrastrarte a la Polonia comunista de los ochenta y explicarte las circunstancias de esa relación. Te empapas de esa melancolía que rezuma el protagonista y la llevas contigo durante todo el libro, porque apenas hay respiros (algún párrafo aquí y allá): es un libro triste.

Nadar en la oscuridad es una melancólica maravilla. Foto de la izquierda: sinhintercalada

«Las pequeñas chispas también provocan incendios», dice el protagonista durante la narración. Habla de un momento concreto, ni siquiera recuerdo cuál, pero en Nadar en la oscuridad, como en la vida, hay muchas pequeñas chispas que, en perspectiva, una vez terminas el libro, descubres que al final sí se convirtieron en incendios.

Porque no solo ese pequeño campamento donde los estudiantes recogían berenjenas le hizo conocer a Janusz y, con ello, comenzó su historia de amor; también, esa persona anónima que hizo llover panfletos en contra del sistema comunista, y que Ludwik recogió y avivó otra chispa en él para hacer algo parecido. Pequeñas semillas sembradas durante toda la historia, pequeñas chispas, que van brotando, incendiándose.

«—Soy Ludwik. Ludwik Glowacki.
Me impactó lo poco que significaba mi nombre para mí, lo absurdo que era su intento de contenerme».

Ludwik, eje central del libro, es una delicia de personaje. Tan perdido, tan buscando su sitio, su hogar. Necesito abrazarlo bien fuerte y prometerle, aunque no pueda prometer nada, que las cosas mejorarán.

Días después de haber acabado Nadar en la oscuridad, todavía tengo el corazón encogido.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

3 comentarios sobre “Reseña «Nadar en la oscuridad», Tomasz Jedrowski

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