«Siempre creemos que nos dará tiempo de hacer cosas con otras personas. Nos dará tiempo de decirles ciertas cosas. Pero entonces sucede algo, y allí estamos, de repente, pensando en frases que empiezan por “Si yo…“».

Título: Un hombre llamado Ove
Título original: En man som heter Ove
Autor: Fredrik Backman
Idioma original: sueco
Primera publicación: 2012
Traducción: Carmen Montes Cano
Editorial: HarperCollins
Género: contemporánea, novela extranjera
Número de páginas: 338
Precio: 17.24 €
Valoración: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Inicio del libro:
«Ove tiene cincuenta y nueve años. Conduce un Saab. Es el tipo de hombre que señala con el dedo a la gente que no le gusta más o menos como si ellos fueran ladrones y el dedo, una linterna de bolsillo de las que usa la policía».
¿De qué trata?:
Ove ha perdido a su esposa hace unos meses y no quiere vivir. Cuando lo tiene todo dispuesto para suicidarse, se muda a su vecindario una familia con la que, en contra de su voluntad y casi sin darse cuenta, estrecha lazos.
Vale, ¿y qué me ha parecido?:
A veces, cuando me gusta mucho un libro, me cuesta hablar de él. No sé expresar en palabras todo lo que he sentido, y me frustro. Esto es lo que me pasa con Un hombre llamado Ove: lo terminé hace un par de días y no dejo de pensar en el propio Ove, pero se me atraganta la reseña. A ver qué sale.
La historia está contada en dos tiempos: el presente de Ove y su pasado; así, a través de sus recuerdos, entendemos por qué este señor tan solitario, maniático y cascarrabias ha llegado al punto en el que está: buscando la manera de suicidarse.

Esos recuerdos y los pequeños detalles de Ove con su mujer han sido mis favoritos del libro, me han emocionado y me han hecho llorar. Cada uno de esos detalles desprende un amor que traspasa el papel y se te cuela dentro, hasta el punto de sentir el dolor que el propio Ove siente por la pérdida de Sonja. Porque, claro, sí, el protagonista es un viejo gruñón que a veces hace perder la paciencia de los demás, pero también es muy muy muy entrañable, sobre todo cuando conoces poco a poco la vida que ha vivido y las cosas que hace por sus vecinos.
La gente decía que Ove siempre veía el mundo en blanco y negro. Y ella era el color. Todo el color de Ove.
La muerte, la pérdida y la soledad son tres de los grandes temas que envuelven la novela y tiene, por supuesto, sus momentos de enfadarse con el mundo y sus escenitas de llorar, pero también está llenita de puntos cómicos, sobre todo por las pocas habilidades sociales de Ove, porque quedar bien con los demás le importa un pito y porque los personajes son muy estrafalarios.
La historia es muy entretenida y a veces ligera y a veces intensa, y el autor recurre a menudo a comparaciones, metáforas y referencias muy evocadoras y a reflexiones muy humanas y cercanas.
Le tenemos miedo y, aun así, la mayoría de nosotros tememos mucho más que le llegue a otro. Porque el miedo más fiero en relación con la muerte es que nos pase de largo. Y que nos deje aquí solos.
Como curiosidad, la novela cuenta con dos adaptaciones cinematográficas: Un hombre gruñón, sueca, de 2017 y con dos nominaciones a los Óscar (ahí es nada), y El peor vecino del mundo, de este año, estadounidense y con Tom Hanks como protagonista.
Un hombre llamado Ove me ha confirmado lo que ya sospechaba: mis historias favoritas son las protagonizadas por personas normales y corrientes, y, aun así, extraordinarias dentro de su normalidad, con personajes entrañables y diferentes entre sí que se encuentran, con escenas y problemas cotidianos y con momentos de tocarte la patata y verte reflejado.
Leedlo. Conoced a Ove. Mudaos a su barrio, acariciad a su gato, montad en su Saab y rodeaos de esos vecinos que, poco a poco y sin que el propio Ove se dé cuenta, se convierten en familia.
Si tienes curiosidad, puedes leer las primeras páginas en este enlace.
Parece una gran historia. Tu reseña lo pinta muy cercano y entrañable. Lo apunto para mis próximas lecturas. Saludos 🙂
Me gustaMe gusta