«Martín estaba tan acostumbrado a vivir entre ideas enredadas que le resultaba imposible ver el principio y el final de todos aquellos hilos enmarañados que parecía coleccionar. Y tragaba. Tragaba, tragaba. Todo hacia dentro. Todo guardado tras cerraduras cuyas llaves había perdido. Estaba tan colmado que apenas podía respirar, y el aire entraba por una rendija palpitante que amenazaba con cerrarse».

Título: La teoría de los archipiélagos
Autora: Alice Kellen
Idioma original: español
Primera publicación: 2022
Editorial: Planeta
Género: drama
Número de páginas: 288
Precio: 16.90 €
Valoración: ⭐️⭐️⭐️ y 1/2
Inicio del libro:
«Todo ha cambiado, aunque Martín no está seguro de que sus recuerdos sean fieles, porque han pasado casi cuarenta años desde que llegó al pueblo en mitad de una tormenta y subido a un destartalado Ford blanco que pedía a gritos una muerte digna».
¿De qué trata?:
Martín, ilustrador y escritor, casado y con dos hijos, pasa el verano en un pequeño pueblo para terminar una enciclopedia botánica. Cuando busca a alguien que le ayude con el capítulo de las plantas medicinales, conoce al gran amor de su vida. AY.
Vale, ¿y qué me ha parecido?:
Qué historia de amor más triste e injusta. La teoría de los archipiélagos es una novela corta que se lee casi del tirón, intensa, bonita, de esas que duelen; como leí por ahí, de un amor que lo cambia todo y que a la vez no cambia nada.
Narrada en tercera persona y en dos líneas temporales, el verano de 1980 y la primavera de 2018, nos vamos con Martín a un pequeño pueblo de Valencia donde se recluye para terminar de escribir e ilustrar una enciclopedia botánica. Lo que él menos espera es enamorarse hasta las trancas de ✨Isaac✨, un vecino que tiene un jardín maravilloso y que le ayudará no solo a descubrir nuevas flores para su libro, sino también un poco a sí mismo.
La ambientación es excelente: Kellen hace un trabajo magnífico con las descripciones de ese jardín, de la casa de Isaac y sus alrededores, donde transcurre la mayor parte de la novela. Consigues oler cada flor (¡los narcisos!), sentir el frío del agua del arroyo y notar el calor abrasador del verano. Y enamorarte de Isaac como lo hace Martín.
Ambos son los personajes principales y casi únicos de la historia. Por un lado, Martín: cobarde, con una vida estable, algo conservador, y, por otro, Isaac: independiente, libre, más abierto de miras. Uno vive en la ciudad y tiene un trabajo fijo; el otro, en un pueblito, se gana la vida como puede. Dos personalidades bastante distintas pero que, de la manera más inesperada, se encuentran.
Es casi imposible hablar de ellos y de esta novela sin destripar nada, así que vayamos ⚠️A LOS SPOILERS⚠️: vaya llorera, amiga.

Porque, sí, La teoría de los archipiélagos nos cuenta la historia de amor de Martín e Isaac, pero solo pudieron vivir ese amor durante UN VERANO, en los ochenta. Después, pasan CUARENTA AÑOS sin verse hasta que Martín aparece de nuevo en el jardín de Isaac, con 70 años y… una enfermedad a sus espaldas. Vamos, que todo mal.
«Ha pasado demasiado rápido. La vida, quiero decir. Tantas cosas que uno va dejando para “mañana“ y, al final, llega ese día y ya es tarde».
He leído cuatro o cinco libros de la autora, todos con una pareja heterosexual protagonista, y tienen no solo un final feliz, sino un desarrollo. Es decir, que no comparten apenas unos meses juntos hasta que todo se va al traste. Martín e Isaac merecían UNA VIDA LARGA Y FELIZ JUNTOS. Esa es mi gran pega. Bueno, y que la historia es predecible de principio a fin, casi punto por punto; me hubiese gustado que me sorprendiera, pero… no.
Aun así, la autora te envuelve en ese universo que crea, y te traslada al jardín de Isaac, y te rodea de flores, y ves a Martín dibujar concentrado en su cuaderno, y los contemplas a ambos queriéndose fuerte, rápido e intenso.
Si tienes curiosidad, puedes leer las primeras páginas en este enlace.